El acto de reconocimiento que hoy ha realizado la Asociación de Mujeres Campesinas de Asturias (AMCA) a la Abuela Campesina de 2024, que este año ha recaído en Isolina López Blanco, de El Valle (Candamo), ha contado con la asistencia del presidente de la Junta General, Juan Cofiño.

 

Presidido por la presidenta de AMCA, Flor Tuñón, en el acto de homenaje, al que han asistido socias de la Asociación de toda Asturias, ha estado también presente el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez.

 

 

El presidente de la Junta, en un momento de su intervención.

 

AMCA ha querido distinguir a Isolina López Blanco "por su labor y trabajo desinteresado para la conservación de las tradiciones, así como el esfuerzo en el desarrollo personal y mejora de las condiciones de vida de la comunidad campesina".

 

En el acto, al que también han acudido María Jesús Álvarez, directora general de Igualdad; Begoña López, directora general de Agricultura, Agroindustria y Desarrollo Rural, y Marta Menéndez, alcaldesa de Candamo, se han entregado diplomas a las emprendedoras rurales de 2024: Natalia Suárez, (artesana cerámica) y Patricia Escobar (artesana joyería orgánica).

 

Durante su intervención, el presidente del Parlamento asturiano ha elogiado a la Abuela Campesina de 2024, "ejemplo de esas mujeres de la zona rural que trabajaron todos los días de sol a sol, que tenía tiempo para todo, mujeres "todoterreno", mujeres con las que nos cruzamos cuando vamos a los pueblos".

A la izquierda, Juan Cofiño entrega un Palacio de la Junta a la Abuela Campesina. A la derecha, foto de familia.

 

Juan Cofiño se ha felicitado de que "ya se esté adquiriendo la clara conciencia de la especial relevancia que tiene el colectivo de mujeres para la consecución del desarrollo del mundo rural y de la necesidad de su participación activa en la elaboración y puesta en práctica de políticas rurales" y ha mostrado su satisfacción por el reconocimiento a las homenajeadas "porque sin mujeres como ellas no hay fijación de población en la zona rural, no hay futuro, no hay pueblos", motivo por el que "debemos poner todos nuestros esfuerzos para hacer del medio rural un ecosistema laboral menos adverso para ellas, para las que quieren vivir y trabajar en la zona rural".