Participación

El constitucionalista italiano Luigi Ferrajoli afirmó este jueves que la crisis económica y las "fallidas respuestas adoptadas por nuestros gobiernos y por la Unión Europea, apuntan a una crisis todavía más grave y destructiva que la crisis de la economía: el colapso de la democracia". Ferrajoli hizo estas afirmaciones en la conferencia que pronunció este jueves en la Junta General del Principado, en el marco de las actividades de Espacio Fundamentos. Modelos constitucionales a debate, sobre "La democracia constitucional en su crisis moderna".
Antes de la intervención del jurista y ante una audiencia entre la que se contaban el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, parlamentarios asturianos, profesores de la Facultad de Derecho, diversas autoridades y miembros de la sociedad, el presidente de la Junta General del Principado, Pedro Sanjurjo, reivindicó el acierto y la necesidad de "esa ventana al diálogo" que es Fundamentos con las aportaciones de "voces que pueden proporcionar mucha luz en momentos de crisis como los que vivimos en España". Refiriéndose a Cataluña, el presidente del Parlamento asturiano afirmó que "ante el intento de abolir, en nombre de la democracia, los derechos que de la propia democracia emanan, sólo cabía restaurar la legalidad y reafirmar la vigencia de nuestra Carta Magna", porque, como sostiene el profesor Ferrajoli, "las constituciones son, sobre todo, un programa de futuro que permite poner límites a los excesos del poder y garantizar a la ciudadanía el ejercicio de los derechos políticos y sociales".
En su conferencia, Luigi Ferrajoli aseguró que la crisis económica en el Occidente capitalista ha dado lugar ya en países europeos, como Grecia a Italia, de España y Portugal, a "una dramática y creciente crisis social" con la consecuencia de desempleo masivo, reducción de salarios, pérdida de derechos de los trabajadores, aumento de la desigualdad y la pobreza y un colapso del estado del bienestar que se traduce en las restricciones de las garantías de los derechos sociales como la salud, la educación y los medios de subsistencia de millones de personas.
Según expuso, hoy la crisis de la democracia es la reducción de lo derechos y las garantías sociales y, aunque éstos, deberían estar garantizados por las constituciones, ante la crisis de la representatividad y una política sin alternativas, que responde a los mercados y no a las necesidades del electorado, provoca "una reducción el sentido de pertenencia, el auge de la anti-política y la desafección ciudadana y, al tiempo, promueve el desarrollo de identidades que rivalizan sólo para defender más recursos, lo que provoca soberanismos y secesionismos que van de la mano de los populismos". Este panorama amenaza incluso con "el fracaso de los Estados y toda la construcción europea".
En la imagen de arriba, Luigi Ferrajoli, acompañado en la mesa, por el presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo, el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, y por el catedrático de Derecho Constitucional y coordinador de Espacio Fundamentos, Ignacio Villaverde. Sobre estas líneas, a la izquierda, un aspecto de la conferencia celebrada en el Salón Europa de la Junta General del Principado. A la derecha, el seminario celebrado el miércoles en la biblioteca del edificio histórico de la Universidad. Fotos: José Vallina
Ante esta situación, Ferrajoli (Florencia, 1940), que ha sido magistrado entre 1967 y 1975 y en la actualidad es catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Roma III, considera que el dilema es radical: "o el declive de la democracia y del Estado de derecho, o el desarrollo del paradigma de la democracia constitucional más allá de las fronteras de los estados nacionales y de los poderes estatales". Es decir, "o una expansión del paradigma constitucional, para garantizar los viejos y nuevos derechos o el derrumbe de la democracia, del Estado de derecho y del propio capitalismo en las formas que conocemos".
El padre del garantismo jurídico entiende que sólo el "desarrollo de un constitucionalismo supranacional, capaz de imponer límites y vínculos no sólo a los poderes públicos sino a los poderes económicos y financieros y, con ello, la reafirmación de la primacía de la Constitución" puede revertir este estado de las cosas. Y eso junto a la refundación de la representación política, dado que la credibilidad y la representatividad de los partidos, esenciales para la organización de la vida democrática, "han llegado tan bajo que hoy sólo pueden ser superadas con reformas radicales"
Acuerdo para Cataluña
En un encuentro previo con los medios de comunicación, Luigi Ferrajoli apostó por el diálogo ante el conflicto de Cataluña. Según dijo, el referéndum y la Declaración Unilateral de Independencia son "jurídicamente inexistentes" y recordó que hoy, "quienes tienen derecho a la autodeterminación continúan siendo pueblos oprimidos, como los palestinos y los kurdos; no tienen derecho a la autodeterminación, ni a la secesión, comunidades en países en los que la igualdad, el respeto a las diferencias y las libertades están garantizados, como es el caso de España. Cataluña no es un pueblo oprimido".
Ferrajoli se confesó crítico radical del independentismo catalán, porque es sólo una muestra de "la incapacidad de vivir con las diferencias, en lugar de practicar el respeto al diferente y un prototipo, en una región rica como la catalana, de egoísmo y de falta de solidaridad con las regiones más pobres". No obstante, y aunque considera que la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Ejecutivo de Mariano Rajoy fue "jurídicamente correcta", cree que "el principal aliado del secesionismo ha sido la respuesta del Gobierno español". Por ello es partidario de alcanzar una solución antes de la celebración de las elecciones del 21 de diciembre, "porque de lo contrario, la respuesta independentista podía ser exagerada".
En su opinión, ý aludiendo a las críticas generalizadas a la prisión preventiva impuesta a parte de los miembros del Gobierno catalán, sería "importante la búsqueda de una solución pacífica y negociada, desde el respeto institucional, porque el conflicto puede degenerar". "Dialogar es una respuesta", dijo Ferrajoli, al tiempo que sugirió que sería "importante que Rajoy solicitara la liberación de estas personas porque forma parte de la fisiología de la democracia, eso sería un gesto de pacificación".
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Bibliografia de Luigi Ferrajoli en la Biblioteca de la Junta General